Tú, pide

Nada en este espacio infinito entre mi alma y mi pecho me impide darte lo que quieras, tú pide. No temas desear la luna, el destello de su luz sigue tatuado en mi playa cálida y húmeda, la que recorriste tantas veces, punta a punta, palmo a palmo, beso a beso…

Ni siquiera tu ausencia evita que pueda darte mi universo como bandera. En este sigilo inerte donde te mueves, encuentras mi piel a media luz o a oscuras, como tú quieras, tú pide. Nada podrá detener las caricias de un vendaval, ni la sed de una historia embebida, contada a gritos y a mordiscos que defienden un amor eternamente nuestro.

Tú pide, que tengo fuerzas para alcanzar todos tus imposibles y plegarias, y llenarte los ojos de verdades y dulces lágrimas. Sé que nunca pudimos ser para siempre libres, pero amamos lo que fuimos despertando juntos, comiéndonos las horas, los labios y a veces, durmiendo.

Guardo palabras para inventarte nuevos mundos, y caricias para construir con estas manos que te dibujan sin tocarte. Tengo días enteros y maletas vacías para viajar hasta el sonido de tu risa y allí, besarte.

Tengo sueños tejidos de algodón y de ternura, tú pide, que lo sabe Dios, no hay un solo rincón prohibido para ti, puedes habitarme. Y entre el sol y las estrellas siempre tendrás un lugar donde vivir, donde morir, donde esperarme.

©Nur C. Mallart

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